La cifra pagada por Nike, que en aquel entonces se erigió de lejos como el mayor acuerdo de colaboración con un famoso llevado a cabo por una firma de zapatillas, ya que el anterior era de New Balance, que pagó 150.000 dólares al año durante ocho años a James Worthy, demostró de forma inmediata haber sido un desembolso que valió la pena.